Al cierre de las actividades conmemorativas por el aniversario 80 de la victoria de la Gran Guerra Patria, los mandatarios de la República de Cuba y de la República Popular China, Miguel Díaz-Canel Bermúdez y Xi Jinping, respectivamente, sostuvieron un cordial encuentro en la capital de Rusia, con el objetivo de revisar el estado de las relaciones entre ambos partidos comunistas y Gobiernos.

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Durante el intercambio de alto nivel, Díaz-Canel y Xi acordaron vías para profundizar los vínculos entre ambas naciones, a propósito de los 65 años del establecimiento de sus relaciones diplomáticas.

En el marco de la cita, el jefe de Estado chino ratificó que el gigante asiático apoya firmemente al país caribeño en la salvaguarda de su soberanía nacional y en su oposición a la injerencia extranjera y el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EE.UU.

El Gobierno chino, de acuerdo con las declaraciones de Xi, mantiene firme su apoyo a los esfuerzos cubanos para promover el desarrollo económico y social. Desde su condición como del Sur Global, ambas partes insistieron en la necesidad de fortalecer la coordinación y la cooperación en marcos como el BRICS y el Foro China-CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños).

La oposición a la política de poder y la intimidación unilateral y hegemónica, así como la equidad y la justicia internacionales, resaltan como asuntos comunes en las agendas de los partidos e instancias gubernamentales de ambas partes.

Justo cuando se celebra el aniversario 65 del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Cuba, Xi reiteró su disposición para consolidar aún más la férrea amistad con el país caribeño, construir una comunidad de destino chino-cubana más estrecha y dar ejemplo de solidaridad y cooperación entre naciones socialistas y de sincera asistencia mutua entre países en desarrollo.

Xi Jinping hizo alusión a los intercambios que ha sostenido con Díaz-Canel en los últimos años. En ese sentido, reconoció que ambos han conducido las relaciones entre China y Cuba hacia una nueva etapa. Esta se caracteriza por una mayor confianza política mutua, una coordinación estratégica más estrecha y un apoyo popular más sólido, tal como lo aseguró el presidente chino.

Por su parte, el mandatario cubano recordó la cercanía y la hermandad entre ambos pueblos y Gobiernos. Asimismo, aseguró que Cuba aprecia el firme apoyo de China al desarrollo económico y social de la nación latinoamericana. En tanto, Díaz-Canel patentizó que Cuba se adhiere al principio de una sola China y está dispuesta a fortalecer la cooperación mutuamente beneficiosa con, impulsar los intercambios amistosos, promover la coordinación y la cooperación en asuntos internacionales y regionales, y profundizar los esfuerzos para construir una comunidad de destino compartido.

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